Durante su internación en Mar del Plata, la nicoleña asaltada por el "motochorro" Miguel Ochoa conoció a un marplatense que hoy es el padre de su hijo. El desenlace de su caso fue distinto al sufrido por la psicóloga asesinada por el mismo delincuente en Ramos Mejía.
Fueron casi dos semanas las que Giovana Ingoglia pasó internada como consecuencia de las graves heridas que sufrió durante el asalto cometido por Miguel Ochoa, el mismo delincuente detenido por el crimen de María Rosa Daglio en Ramos Mejía. Y la vida le dio una de esas lecciones insospechadas: ese lapso que comenzó con una pesadilla acabó con un final de película romántica.
“A los tres días de estar en el hospital llegó una chica con apendicitis y nos pusimos a charlar. Lo poco que podíamos, porque estábamos muy mal las dos… Después la operaron y vino a visitarla el hermano. Ahí conocí a quien hoy es mi pareja“, contó Ingoglia.
Una desgracia con suerte, al cabo. “Me contactó por Facebook y seguimos hablando. Cuando fui a Mar del Plata para el juicio nos conocimos y acá estamos…”, narró, entre risas.
Con el paso del tiempo, el marplatense Emanuel Poblet comenzó a viajar a San Nicolás para ver a su novia y terminó quedándose a vivir allá. “Hace dos años que se quedó acá conmigo y hoy somos padres de un nene hermoso. Al final la pesadilla, en mi caso, tuvo un final feliz dentro de todo”, concluyó.
Los médicos y enfermeros tardaron más de una hora en sacar su brazo de una de las ruedas de la moto del delincuente.